Desde muy pequeños, a los niños les encanta experimentar con objetos naturales, ya sea agua, tierra, hojas, barro, flores, etc. Por eso, en el aula de 5 años hemos trabajado en la huerta plantando unos puerros para acercar el entorno natural a las rutinas de Calasanz.
En ese acercamiento al entorno natural y agrícola, los niños y niñas han sido los auténticos protagonistas de todo el proceso, desde que los hemos plantado, hasta su cuidado semana tras semana (cuando el tiempo así nos lo permitía). Hemos cuidado de nuestros puerros quitando los hierbajos, removiendo la tierra y regandola.
Después de unos meses en los que nos lo hemos pasado muy bien, también hemos aprendido a diferenciar los puerros del resto de verduras a la perfección.
Finalmente, hemos recolectado nuestra cosecha y la hemos llevado a casa para preparar una comida rica. En estos casi 4 meses de cuidados hemos trabajado actitudes de cuidado y respeto por el medio ambiente, acorde a los objetivos de desarrollo sostenible estipulados en la Agenda 2030. Hemos plantado la semilla por un mundo más sostenible. ¡Sigamos así!