La escritura es una herramienta que utilizamos en el día a día; para escribir cartas, nuestra opinión o incluso para pedir favores. Siempre hemos estado pautados por un tema fijo y con un propósito concreto.
Según Bettelheim (2001) «Las historias estrictamente realistas van contra las experiencias internas del niño; él les prestará atención y quizá pueda obtener algo de ellas, pero nunca extraerá ningún significado personal que trascienda su contenido evidente» (pp 61 y 62).
¿Y si cambiamos esta herramienta para dejar fluir nuestra imaginación y así potenciarla? En Calasanz Santurtzi lo hemos hecho. Los alumnos y las alumnas han experimentado con este tipo de escritura mediante un dado con el cual han tenido que contar una historia. ¿Qué nos depararán sus escritos?