En Calasanz Lanbide Ikastegia seguimos apostando por una FP más flexible capaz de adaptarse a las necesidades de las empresas y de aportar el talento que estas necesitan.
Una apuesta que nos lleva a estar en constante relación con las empresas de nuestro entorno, con el objetivo, de adecuar el perfil profesional de nuestros ciclos a las necesidades de las mismas y mejorar la empleabilidad de nuestros jóvenes.
Prueba de ello, es el programa de FCT-Dual en el que hemos tenido la oportunidad de participar como centro integrado. Un programa que ha sido lanzado este curso desde la Viceconsejería de FP.
Esta oportunidad nos ha convertido en uno de los centros pioneros de Euskadi en incorporar el programa de FCT-Dual en el primer curso de los ciclos formativos de las diferentes familias profesionales con las que contamos en el centro. La novedad es que hasta ahora solo participaban en este programa los segundos cursos.
El objetivo de dicho programa es acercar a las empresas al mundo de la FP y viceversa. Un programa en el que todas las partes implicadas salen ganando.
Por un lado, nuestro alumnado tiene la posibilidad de movilizar y desarrollar en la empresa, durante el último periodo del primer curso, las habilidades, destrezas y conocimientos que previamente se han trabajado en el centro. Y, además, es la oportunidad que tiene el alumnado de descubrir ese talento innato que le hace empleable y que a veces solo se pone de manifiesto cuando el alumnado se encuentra en el mundo laboral.
Por otro lado, el centro tiene la oportunidad de conocer las necesidades de las empresas para adaptar el perfil profesional y mantener actualizado el curriculum.
Y por último, las empresas tienen la oportunidad de preparar a los profesionales que en un futuro no tan lejano van a necesitar. Ya que no podemos olvidar que según, el último informe del Observatorio de FP de Caixabank Dualiza y Orkestra, instituto vasco de competitividad, quien analiza las tendencias del mercado de la FP y el mercado de trabajo, la FP será clave para cubrir las oportunidades de empleo que surgirán de aquí a 2030.
Como cualquier proceso de cambio, esta experiencia, ha supuesto para todas las personas implicadas, un reto a superar en este curso que ya está a punto de finalizar. A pesar, de la incertidumbre, de no conocer la respuesta del alumnado y de las empresas, nos atrevimos a hacerlo. Y el resultado ha sido una experiencia positiva que el próximo curso se repetirá.
Gracias al trabajo del profesorado que ha hecho de este reto una realidad y gracias la colaboración de las empresas que han acogido a nuestro alumnado durante dos meses y los han acompañado y evaluado en su proceso de aprendizaje; nuestro alumnado ha podido experimentar en primera persona su perfil profesional. Ha podido conocer de mi primera mano su profesión, así como, las competencias y el talento que requiere para poder desempeñar su rol en un puesto de trabajo cambiante. Se ha dado cuenta, de que eso que contamos en las aulas es una realidad no tan lejana.
Sin olvidar el agradecimiento a la Viceconsejería de FP por atreverse a lanzar este programa como prueba piloto y por retarnos a los centros de FP para seguir mejorando en pos de una formación profesional de calidad.
Según afirma Luis María Cardeñoso, profesor del ciclo de Administración y Finanzas del centro: “Estamos muy contentos con la participación/colaboración de las empresas de nuestro entorno y su implicación/integración con el alumnado en el proyecto. Para el alumnado es una experiencia que le acerca al mundo laboral y se enfrenta a situaciones reales de trabajo. Una vez acabada la práctica, realiza un análisis de lo que se esperaba, lo que ha salido bien y lo que se puede mejorar para enfrentarse a su reto futuro de búsqueda de empleo. Para la empresa supone preparar a un futuro trabajador adaptado a las necesidades propias de su actividad”.
La participación en este programa ha supuesto un pequeño gran paso para nuestro centro y nuestro alumnado. Un paso que no habría sido posible sin la colaboración de las empresas de nuestro entorno. Además, es la oportunidad que tenemos los agentes implicados en el proceso de aprendizaje de nuestro alumnado, centro y empresa, de seguir construyendo el futuro de la formación profesional.