Nuestro alumnado de tercero de primaria plantó unas calabazas en el huerto del centro a finales del curso pasado. Tras meses de espera y cuidados semanales, ha llegado la hora de recolectarlas y venderlas a las familias y trabajadores del centro.
Calasanz lleva muchos años apostando por el trabajo por proyectos, creando con la unión de distintas asignaturas el conocimiento en nuestro alumnado. Lo que puede parecer una simple actividad, engloba muchos aprendizajes, como por ejemplo, matemáticas (peso, conocimiento del sistema monetario, adecuación al precio de venta según su peso en kg…), ciencias (proceso de crecimiento de las verduras, cuidado, partes de las plantas… ) euskara y lengua (producción de carteles anunciativos, trabajando la tipología textual) y un largo etc. Esta manera de trabajar nos permite conectar directamente con el alumnado, trabajando tanto contenidos didácticos como valores como el compañerismo, ayuda mutua, solidaridad, respeto… de manera transversal. Es un auténtico aprendizaje significativo.
Bien programado, Halloween y calabaza no puede ser más acertado. De ahí, nuestro “Calasanz Pumpkin Market”. Éxito de ventas.
Queremos compartir con vosotros no solo el éxito del aprendizaje, sino que ha sido posible gracias a la colaboración de familias, profesorado, bedeles y compañeros. Muchas gracias.